EL PERIODISMO EN COLOMBIA: ¿Y DE LA ÉTICA, QUÉ?

“Un periodista  honesto que actúa de buena fe, nunca será condenado en Colombia por calumnia o injuria, toda vez que en caso de un error involuntario, el ordenamiento jurídico le permite hacer la rectificación respectiva, sin esperar un mandato judicial”, advierte Agustín Suárez Ramones al inicio de este interesante libro.

En él se refiere a los usos y abusos que se le dio a la Ley 51 de 1.975, más conocida como el “Estatuto del Periodista”, la profesionalización y faltas a la ética, la responsabilidad de los medios, los riesgos de la profesión, la colegiatura y los conceptos de los ejecutivos, entre otros temas de palpitante actualidad.

Incluye una semblanza que hizo el maestro Antonio Cacua Prada sobre “Simón Bolívar, maestro de periodistas”, así como opiniones de periodistas, dirigentes y ejecutivos en torno a la comunicación social actual. Los siguientes son algunos ejemplos:

“La prensa en general parece estar atrapada por los poderes estatal y comercial, hasta el punto  que ya ni siquiera los propietarios de los medios pueden apartarse de las pautas que se le señalan, si es que quieren sobrevivir en un medio cada vez más difícil y más limitado”.  Gabriel Ortiz.

“En aras de la calidad de la información, de la pericia que se requiere para poder satisfacer los requerimientos de la opinión pública y, por exigencia del interés general, es razonable que un grupo especializado se encargue de asumir, como profesión, el deber de informar los asuntos de interés general a la colectividad”. Iván Villamizar Luciani.

“En la cirugía que se la ha venido practicando al cuerpo enfermo de la prensa, se ha detectado que la libertad de opinión  es una de las grandes agonizantes del mundo contemporáneo”. Javier Ayala.

“El periodista se ampara de una imparcialidad que no tiene, para presentar los hechos de manera acomodada, torcida  y hasta truculenta a veces,  para presentar en nombre de la objetividad, una realidad distinta  a la que aparece en los expedientes”.  Alfonso Gómez Méndez.

“Siento la obligación de hacer un llamado de atención sobre la necesidad  de encarrilar  la reconstrucción del tejido social en Colombia en un aspecto que toca al cuarto poder. Se trata de hacer primar, antes de cualquier otra cosa, el respeto a los demás”.  José Félix Lafaurie.

“La desconfianza no puede ser la base de una relación entre el periodista y la fuente. Pero  la ingenuidad tampoco y mucho menos la complacencia. Como  parte del oficio, el periodista aprende a evaluar sus fuentes, a fortalecer el respeto mutuo, a valorar los riesgos”.  Germán Rey.

(suarezagustin@latinmail.com)

CICERON FLÓREZ MOYA, EN EL SUPLEMENTO DEL DIARIO LA OPINIÓN, PUBLICÓ EL SIGUIENTE ARTÍCULO EN TORNO AL LANZAMIENTO DEL LIBRO «PERIODISMO EN COLOMBIA: ¿Y DE LA ÉTICA QUÉ?