ANECDOTARIO PERIODÍSTICO

Con esta obra Agustín Suárez Ramones recrea de manera muy amena las múltiples situaciones curiosas vividas en el ejercicio de su profesión por destacados periodistas, como Gabriel García Márquez, Germán Castro Caycedo, Yamit Amat, Daniel Samper Pizano, Eduardo Márquez, Juan Gossaín,  María Cristina Uribe, Clemente Toscano Jaimes, María Isabel Rueda, Felipe López Caballero, Stevenxon García Barbosa y el caricaturista Antonio Alba, entre otros, logrando un texto realmente delicioso.

Pero Suárez no se queda en el simple gracejo, sino que entremezcla el anecdotario en sí, con temas serios de reflexión, como las amenazas contra periodistas, las trampas de la guerra, riesgo y prácticas periodísticas, crímenes en la impunidad, periodistas en zonas de conflicto, las fuentes anónimas, el acuerdo por la discreción, la lista de la vergüenza, el escándalo de Le Monde y la autorregulación periodística.

Las siguientes son algunas de las anécdotas: “En 1.968, las directivas de la emisora Monserrate tomaron la determinación de prescindir de los servicios del periodista Yamit Amat. Esa tarde, en cercanías del hotel Dann, el comunicador se encontró con el senador Luís Torres Quintero, quien le manifestó que iba de prisa por cuanto tenía que dar un concepto sobre la reforma política del Presidente Carlos Lleras Restrepo. Amat con su característico olfato periodístico le solicitó copia del documento y lo divulgó en exclusiva. Al día siguiente El Tiempo y El Espectador titularon la noticia a 8 columnas y el puesto de Yamit quedó a salvo”.

“El fatídico 11 de septiembre, cuando se produjeron los atentados terroristas en Estados Unidos, Juan Gossaín alcanzó a informar por la cadena básica de RCN, que el segundo avión se había estrellado contra las torres gemelas, porque el piloto “se distrajo” mirando el incendió en el primer edificio”.

“Luego de leer una dura columna que le dedicó María Isabel Rueda en la revista Semana, el entonces alcalde de Bogotá Antanas Mockus dijo que invitaría a rumbear a la periodista y que incluso le dedicaría una canción: De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera…”

“El lector de noticias Jorge Omaña Villamil estaba discutiendo con su señora y al hacer un además con sus manos, se le cayó el encendedor de gas, el cual explotó y la parte metálica golpeó a su esposa en una de las rodillas, causándole un ligero corte. La dama se miró la rodilla y en tono enérgico exclamó: Era lo que faltaba. Que ahora me lance bombas”.

“Cuando trabajaba en el vespertino El Espacio, Yamit Amat decidió cambiar un titular relacionado con un maremoto en Chile. Por uno de esos errores que solemos atribuírselos a los duendecillos, salió publicado: Maremoto en Bolivia. Al día siguiente El Tiempo tituló en primera página: Bolivia tiene mar”.

Las anécdotas seleccionadas son múltiples y agradables, por lo que bien vale la pena adquirir el libro y recrearse conociendo esas situaciones especiales que en algunos momentos de su vida afrontaron nuestros más representativos comunicadores sociales.

(suarezagustin@latinmail.com).